Que los Diablos Rojos del México gocen hoy de un sólido reconocimiento como ícono deportivo en el país no es fruto del azar ni del trabajo efímero. Jorge Del Valle, vicepresidente del equipo, ha sido testigo y artífice de una transformación que, después de un arduo camino de nueve años el mismo que constituyó su pausa tras conquistar su último campeonato en 2014 ha llevado al equipo a renacer en el contexto del béisbol mexicano.
Jorge comparte que el proceso de volver a la grandeza no fue sencillo, ni mucho menos inmediato. “Hemos trabajado muy fuerte”, confiesa. A menudo los aficionados se enfocan en los triunfos más recientes, pero detrás de cada victoria hay una estrategia meticulosa.
¿Será la clave del renacer de los Diablos Rojos repatriar talento?
Como él mismo explica, “son nueve años de trabajo arduo, de aprender a aplaudir al rival, de modificar nuestra mentalidad”. Esta introspección les llevó a concebir un proyecto ambicioso, estructurado en tres plataformas clave que los catapultaron de regreso hacia la cima.
La primera de estas plataformas fue repatriar jugadores con un historial exitoso, quienes, con su legado y capacidad, aportarían un perfil competitivo.
No se trataba de cualquier contratación, sino de sumar elementos con una mentalidad ganadora inquebrantable. En sus palabras, “necesitábamos de nombres y de personas que pudieran inspirar al equipo y al entorno”.
El liderazgo de Lorenzo Bundy ha sido clave
La segunda plataforma fue la elección cuidadosa de un cuerpo técnico que entendiera a la perfección la visión de la organización.
Aquí es donde entra Lorenzo Bundy, quien no solo es un exjugador de la franquicia, campeón en varias temporadas, sino también un estratega que entiende la esencia y los valores que rodean a los Diablos Rojos.
Gracias a su liderazgo, ha llevado al equipo a encontrar su norte y a establecer una cultura ganadora que resuena dentro y fuera del terreno de juego.
¿Ha sido la inversión en tecnología la clave para el éxito de los Diablos Rojo?
Finalmente, la tercera clave del éxito fue la inversión en tecnología. En un mundo deportivo donde los datos y la analítica juegan un papel vital, los Diablos han apostado por un departamento especializado en metodología de entrenamiento y recopilación de datos.
“Los muchachos se han vuelto auténticos atletas”, menciona Del Valle. Este enfoque no solo facilita la toma de decisiones estratégicas, sino que también permite a los jugadores desarrollarse en un ambiente que los desafía a crecer y a mejorar constantemente.
Triunfos multideportivos inician nueva era
Hoy, los Diablos Rojos no solo son un referente en el béisbol mexicano, sino que han roto con una sequía de 10 años sin títulos en la Liga Mexicana de Béisbol (LMB). El pasado año, tras coronarse en la Serie del Rey, también se alzaron con los trofeos en baloncesto, softbol y la Baseball Champions League Americas.
Esta era de éxitos genera un nuevo nivel de exigencia: “Siempre debemos aspirar al bicampeonato”, admite Del Valle con una determinación que resuena en la afición.
Las preocupaciones del equipo no se limitan a celebrar los triunfos, sino que se centran en mantener y mejorar el rendimiento, al mismo tiempo que guiamos a los jugadores jóvenes hacia el futuro.
¡El sentimiento de protagonismo está a flor de piel!
Con nuevas estrellas en su alineación, como Robinson Canó y Trevor Bauer, los Diablos Rojos han captado la atención del público y de críticos por igual. Sin embargo, mientras algunos celebran esos logros, el vicepresidente es claro: “La relajación no es una opción. Queremos volver a ser protagonistas”.
Esta mentalidad es un rasgo característico de una organización que entiende que cada victoria trae consigo una responsabilidad mayor.
¿Qué más se dijo en la entrevista?
A medida que avanzan hacia la nueva temporada, los murmullos sobre la posible llegada de Julio Urías, el exjugador de los Dodgers, han comenzado a circular. Sin embargo, la institución no es ajena a sus propios valores y prioridades. La directiva entiende que cada jugador debe cumplir un proceso antes de unirse a la familia diablada.
“Lo principal es que él termine sus procesos personales primero”, indica Del Valle. Esta postura, que combina la ética y la segunda oportunidad, refleja una filosofía que ha guiado al equipo a través de retos en el pasado.
Las entrevistas y los planes a futuro no giran solamente en torno a lo que se pueda adquirir, sino también a cómo se puede contribuir al bienestar de cada individuo que pase por el equipo.
Del Valle enfatiza la importancia de trabajar en el ámbito social con las nuevas generaciones de jugadores, para asegurarse de que estén equipados no solo como atletas, sino como ciudadanos responsables y orgullosos de representar el legado de los Diablos Rojos en todo momento.
“Queremos que sean ejemplares dentro y fuera del campo”, concluye, reafirmando el compromiso del equipo en todas sus vertientes.
La meta para el futuro es la superación y reinar nuevamente en el beisbol mexicano
Con esta mentalidad, los Diablos Rojos del México están no solo buscando reinar en el béisbol mexicano, sino también dejar una marca imborrable en la historia del deporte, demostrando que la grandeza no es solo un estado, sino un viaje constante de superación.
