El encuentro de la Liga MX entre Puebla y Querétaro, que se preveía como un trámite sin mayores sobresaltos, se tornó en un momento de gran tensión y preocupación. En la jornada 10, mientras el marcador reflejaba una ventaja de 2-0 para los locales, ocurrió un choque impactante entre Emiliano Gómez, jugador del Puebla, y José Canale, defensa paraguayo del Querétaro. El choque de cabezas no solo fue fuerte, sino que se convirtió en un episodio que heló la sangre de los presentes en el Estadio La Corregidora.
A medida que el balón se disputaba, ambos jugadores, llenos de la pasión y el ímpetu que caracteriza al fútbol, se lanzaron en busca de la victoria. Sin embargo, lo que debía ser un espectáculo de destreza se transformó en una escena alarmante cuando Gómez, tras la colisión, cayó al suelo y comenzó a convulsionar. La realidad de la violencia del deporte se hizo palpable en ese instante, y los aficionados contuvieron el aliento mientras sus compañeros de equipo, claramente angustiados, pedían a gritos la asistencia médica.
