El nombre de Franco Mastantuono suena con fuerza en el mundo del fútbol, y aunque su futuro brilla intensamente en este deporte, hay una parte de su historia que podría haberlo llevado a ser un destacado tenista en lugar de una estrella del balompié. Desde muy joven, demostró una habilidad notable tanto en el fútbol como en el tenis, llevándolo a convertirse en una figura prometedora en ambas disciplinas.
Azul, Cuna de un Talento Dual
Nacido el 14 de agosto de 2007 en Azul, provincia de Buenos Aires, Franco vivió una infancia rodeada de actividades deportivas. Desde sus primeros pasos, se dedicó tanto al fútbol como al tenis, cultivando su talento en la cancha. Antes de explotar en la escena futbolística, la joven promesa del deporte argentino se destacó en el tenis, donde Juan Martín del Potro era el ícono del momento. En un entorno cargado de competencia y esperanza, Mastantuono brilló bajo la mirada atenta de entrenadores y mentores.
Con menos de 10 años, se incorporó a un programa creado por Guillermo Coria, un ícono del tenis argentino, cuya misión era impulsar a las futuras estrellas del deporte blanco. Franco, en ese momento, no solo participaba: era considerado uno de los mejores talentos en el circuito infantil. Coria recordó esos días con nostalgia, afirmando: “Él fue un gran tenista. Cuando era sub-10, sobresalía, era uno de los mejores del país. Tengo recuerdos de nosotros recorriendo Argentina juntos en ese programa de formación. Está claro que lo que hace, lo hace bien”.
La Encrucijada: Raqueta o Balón
En 2018, a la corta edad de 11 años, Franco conquistó su primera serie de títulos, acumulando 13 campeonatos y estableciéndose como el quinto mejor clasificado en su categoría. Sin embargo, a pesar de la insistencia de su familia por seguir su carrera en el tenis, el destino le tenía reservado un giro inesperado. En 2019, recibió una oferta de River Plate que cambiaría su vida: la oportunidad de unirse a su equipo juvenil. Sin dudarlo, decidió embarcarse en esta nueva aventura, dejando el tenis a un lado.
A los 16 años, hizo su debut en el primer equipo de River Plate, y en poco tiempo se convirtió en una estrella en ascenso. Su talento no pasó desapercibido, y pronto recibió su primera convocatoria a la selección mayor de Argentina. Polonia fue el siguiente paso: el Real Madrid no dudó en invertir 63.2 millones de euros en su fichaje, consolidando su estatus como uno de los jugadores más prometedores del fútbol mundial.
Raíces Tenísticas: El ADN que Perdura
Franco reconoce que muchas de las enseñanzas del tenis han moldeado su carrera futbolística. “Gracias al tenis, he conocido a muchas personas y viajado solo desde pequeño, compitiendo. Aprendí a manejar de manera más efectiva la presión y las situaciones difíciles. La competencia, los viajes y los torneos me hicieron ser el jugador que soy ahora”, confesó en una entrevista a Olé.
Incluso después de fichar por el Real Madrid, Franco no ha olvidado sus raíces tenísticas. Durante unas vacaciones, se lo vio entrenando en una cancha de arcilla, bajo la dirección de su antiguo mentor, Coria. “Escucha ese hermoso sonido de la pelota al rebotar, mire cómo se mueve”, le dijo Coria, recordándole su potencial y talento.
¡Cuando el Deporte Escribe Leyendas!
La vida de Franco Mastantuono es un testimonio de cómo las oportunidades y decisiones pueden modificar el rumbo de una carrera. Desde un joven tenista prometedor hasta convertirse en un ídolo en el Real Madrid, su historia es un ejemplo inspirador de dedicación y pasión por el deporte, algo con lo que muchos pueden identificarse.
A través de sus pasos, demuestra que, sin importar el camino que elija, la esencia del deportista sigue siendo la misma: siempre en busca de superarse y dejar una huella imborrable en el mundo del deporte.
