En el mundo del deporte, principalmente en aquellos que involucran un compromiso representativo nacional, es común que un entrenador se enfoque plenamente en ese desafío. Sin embargo, la realidad del béisbol es diferente. En este deporte, el mánager no solo tiene que pensar en una sola responsabilidad, sino que a menudo debe manejar múltiples obligaciones al mismo tiempo.
Este es el caso de Benjamín Gil, un destacado mánager que enfrenta la exigente tarea de dirigir a los Charros de Jalisco y, al mismo tiempo, liderar a la selección mexicana en el Clásico Mundial de Béisbol.
Compromiso y responsabilidad más allá del diamante
Para muchos, esta doble responsabilidad podría parecer un dilema, pero para “Benji” es una oportunidad que abraza con determinación. Su enfoque en la conformación del roster tricolor se complementa con su labor en los Charros, equipo que, gracias a su liderazgo, alcanzó la reciente Serie del Rey de la Liga Mexicana de Béisbol, donde, aunque se enfrentó a los poderosos Diablos Rojos del México, su trabajo no pasó desapercibido.
Benjamín expresa con claridad su compromiso: “Me voy a enfocar a mi trabajo. Es como llegar a casa y tener asuntos que atender con tus hijos, o si se te descompone el coche, no lo dejas tirado. Así es la vida, y en mi caso, son responsabilidades que asumo tanto con Charros como con México.” Esta reflexión no solo resuena con la cotidianidad de muchos, sino que también muestra el sentido de responsabilidad y dedicación que caracteriza a un líder.
La experiencia en la Serie del Rey como carta de aprendizaje
En su rol actual, Benjamín ha tenido la experiencia vital de participar en la reciente Serie del Rey, lo que le brinda una visión única sobre el talento disponible para representar a México. Aunque hay numerosos jugadores nacionales que podrían vestir la camiseta tricolor, Benjamín tiene claro que en las Grandes Ligas y sus sucursales hay un gran potencial que ansía aprovechar. “Elegir a un jugador que acaba de jugar la final de la LMB es complicado”, señala, subrayando la calidad y experiencia de los beisbolistas que ya están sobresaliendo en ligas internacionales.
Sin embargo, ser seleccionador implica hacer frente a constantes cuestionamientos. Gil admite que es difícil complacer a todos: “Siempre habrá voces que demandan más representación de una región u otra. Lo que buscamos es conformar el mejor equipo posible para representar a México en su totalidad.” Esta visión integradora es fundamental en su enfoque, donde todos los mexicanos deben sentirse identificados con la selección.
Camino al Clásico Mundial: entre la paciencia y la esperanza
A medida que se aproxima el Clásico Mundial, programado para marzo del próximo año, Benjamín se mantiene ocupado, aún mientras lidera a los Charros en la Liga Mexicana del Pacífico. Su objetivo es claro: formar un roster que supere las expectativas, a pesar de las lesiones y los obstáculos que puedan surgir, como las bajas de jugadores claves que podrían afectar su estrategia.
“Necesitamos tener paciencia”, insiste, reconociendo que la salud de los jugadores y la aprobación de sus respectivos equipos son factores críticos. Con optimismo, Benjamín espera que, con el trabajo y la recuperación de los lesionados, la selección mexicana pueda rendir incluso mejor que en la edición anterior, en la que logró un histórico tercer lugar.
Benjamín Gil: un líder que refleja la pasión y el talento de México
En definitiva, su postura compacta la idea de que, por más complicado que sea el camino, la meta siempre será alcanzar lo más alto. “Creemos que podemos construir un equipo excepcional y estoy convencido de que podemos superar lo logrado anteriormente”, finaliza, dejando entrever la pasión y el compromiso que siente no solo por el béisbol, sino por su país y su gente.
Así, Benjamín Gil continúa su viaje, un paso a la vez, con la esperanza de que cada presentación sea un reflejo del talento y la diversidad de México.
