Ana Sofía Sánchez, cuarta sembrada del Querétaro Open, se despidió del torneo de una manera que seguramente jamás imaginó. En lo que fue una verdadera “noche de pesadilla”, perdió ante la tenista italiana Martina Colmegna con un abultado marcador de 6-0 y 6-0, lo que puso fin a la participación de las tenistas mexicanas en esta primera edición del nuevo torneo de la WTA 125.
La actuación de Colmegna fue arrolladora. Mostró una confianza que dejó a la nacida en San Luis Potosí buscando soluciones en medio de la presión. En cada punto, la italiana dominó el juego, mientras que Ana Sofía, aunque en ocasiones iluminaba la cancha con algunos destellos de su talento, no pudo hacer suficiente para cambiar el rumbo del partido. El público, que había llegado a apoyarla, no dejó de alentarla, pero los gritos de aliento no fueron suficientes para voltear el marcador a su favor.
La presión y el desgaste marcaron el rumbo del partido
Ana Sofía Sánchez enfrentó un escenario complicado durante su participación en el Querétaro Open. La presión constante que Colmegna ejercía sobre ella y su capacidad para responder a los saques de la mexicana resultaron en una frustrante experiencia. En lugar de conquistar a la afición con su calidad como jugadora local, el peso de las expectativas pareció quedarse en sus hombros.
El segundo set trajo consigo un desgaste físico que fue cada vez más evidente. A medida que las cosas se complicaban, también comenzó a asomarse la incomodidad física en Ana Sofía, a la que se sumó el efecto mental de haber perdido el primer set sin siquiera marcar un juego. El desenlace llegó rápidamente: en el sexto juego del segundo set, el saque de Colmegna selló la partida. Así fue como la potosina dejó atrás su participación en el torneó, aunque no se va con las manos vacías; se lleva consigo un premio de dos mil dólares, equivalentes a aproximadamente 36,802 pesos mexicanos.
El reconocimiento del público y la humildad de Colmegna
Una vez concluido el encuentro, el público, a pesar de la amarga derrota de Ana Sofía, mostró su respeto por la calidad de Martina Colmegna, quien actualmente ocupa el puesto 657 en el ranking de la WTA. Colmegna, en un gesto de humildad, agradeció la calidez de los locales y compartió su emoción por haber ganado, dejando claro que valora las experiencias vividas en México: “Estoy muy feliz por este partido. Es una emoción increíble jugar aquí, me gusta mucho México, la gente es muy linda y estoy muy feliz de estar aquí”, expresó con gratitud.
Así, el Querétaro Open cierra su primera edición notando una mezcla de emociones: la decepción de la despedida de Ana Sofía, pero también la admiración por el talento que se ha mostrado en la cancha. Con la esperanza de un futuro más brillante, tanto para Ana Sofía como para el tenis mexicano, el torneo deja una huella en la memoria de quienes lo han vivido.
